17 noviembre 2011

¿Qué pasó con La Idea Fija que la veo tan cambiada?


La idea fija está evolucionando, mutando, metamorfoseando o la metáfora biológica que prefieran. Lo cierto es que está en un proceso de cambios cuyo destino final es convertirse en una editorial de libros digitales y analógicos (en papel, bah). Lo que están viendo ahora es, por decirlo de alguna manera, la primera fase de ese proceso, que es un rediseño (gráfico y conceptual) a fondo de lo que publicamos en los últimos once años.
Aparte del evidente cambio de aspecto, cuando vayan al sitio se darán cuenta de que el material ya no está organizado por números, sino en tres categorías: cuento, poesía y especiales.
Los muy memoriosos notarán, al mirar en los índices, que han desaparecido algunas cosas que hemos publicado durante toda la historia de La idea fija. Bueno, algunas de esas cosas volverán en el futuro, otras volverán cambiadas y otras no, jamás volverán.
Esta primera fase del proceso de cambios de La idea fija es eso podría llamarse “el armado de la biblioteca”. Pero esta biblioteca no va a ser sólo un archivo del pasado, sino que, en una segunda fase que quizás hasta se solape con esta primera, iremos subiendo nuevo material.
O sea, en este aspecto, La idea fija deja de ser una revista bastante literaria para convertirse en una “biblioteca bastante literaria”. En este aspecto, ojo, que La idea fija va a seguir siendo una revista bastante literaria, pero en pdf y epub (la tercera fase, si se quiere, aunque quién sabe si esta fase no ocurre antes de la segunda o después de la cuarta).
Los especiales, por otro lado, seguirán creciendo en su naturaleza de minisitios dedicados a tal o cual artista, se sumarán otros nuevos especiales y así.
Y en un momento bastante cercano en el tiempo (en 2012, sin duda), concretamente La Idea Fija se convertirá en una “editorial bastante literaria”. Ya está casi a punto de entrar en imprenta “La Poema” de Pablo Ananía y estamos planificando libros de Eloísa Suárez y de los dos responsables de este sitio (o sea, Leonardo Longhi y Saurio).
En algún momento (entre las fases equis a la sexta y la quichicentésima novena), vamos a sumar a la biblioteca nuevas secciones, con reportajes, el retorno los Cartoneros del Espacio y de las descargas, un recorrido histórico de los trece números publicados y alguna otra cosa que surja y nos entusiasme. Pero, bueno, por ahora La idea fija es esto que ven: una biblioteca de cuentos y poesía, una patota de minisitios monográficos y el proyecto de sacar algunos libros en breve.
Lo que no es poca cosa, saben.

11 agosto 2011

El 18 de agosto, en todas las librerías



El próximo jueves sale el primer libro de cuentos de Saurio, con prólogo de Leonardo Longhi. O sea, La Idea Fija en pleno. Lo saca Andrómeda y va a estar en todas las librerías del país y del mundo (en serio).
Aprovechen a comprarlo antes de que sea demasiado tarde.



18 mayo 2011

A los once va de vuelta

En fin, que aquí estamos, con once años a cuestas y casi como empezando de nuevo. Es que ya no queríamos seguir con La Idea Fija y, por eso, nos pusimos a hacer La Idea Fija, pero evolucionada. Que, básicamente, va a ser la misma cosa que antes, pero distinta, porque los que la hacemos somos los mismos, pero distintos, porque tenemos once años más encima y mucho menos pelos en las cabezas. Lo que tampoco significa nada, porque hay tanto viejo pelado al pedo dando vuelta por ahí que ni se replantea lo que ha venido haciendo en los últimos tiempos ni se lanza contra nuevas paredes para verificar si estas se pusieron blandas de repente.
La cuestión es que once años en la web son como ciento veintiuno en el mundo real y las cosas cambiaron mucho como para seguir haciendo una revista en HTML, especialmente cuando en el medio aparecieron los blogs y no sólo se democratizó aún más el asunto sino que hasta se desprestigió el formato, porque no faltan los despistados que confunden una cosa con otra y no, querido, no es lo mismo una revista web que un blog, es otro concepto, es otro laburo, aunque vos no lo veas y te creas que se'gual, como decía el filósofo barrial Domingo Tinguitella. No, no voy a hablar de la web 2.0 o 3.0 o el numerito fashion que quieras porque no, la web es una y evoluciona. ¿Acaso alguien habló de imprenta 2.0 cuando mejoraron el invento que Gutenberg que choreó a los chinos? ¿'tonces? O sea, eso, que la cosa en la web cambió, que se democratizan los ebooks y otros formatos digitales más parecidos al papel en sí, así que, bue, iremos por ese lado, seguramente probaremos suerte cruzando la frontera de lo virtual a lo real y, quién sabe, hasta en una de esas le pondremos el cuerpo al asunto y nos materialicemos en algún tipo de vivo y directo. Es toda una incógnita, y eso es lo divertido.
Pero, más allá de cuestiones formales que ya van a ver en su momento, cuando ese momento llegue, lo importante es que estamos tratando de recuperar el viejo entusiasmo punkoide que nos movió en ese entonces, tamizarlo con los años de experiencia y volver a decir “Aquí estamos, esto es lo que hacemos, ¿algún problema?”